La noticia que por estos días se ha llevado prácticamente toda la atención, trata de una profesora que habría abusado sexualmente de un menor de tan sólo 12 años. Si bien es cierto el caso ha conmocionado a la opinión pública, también es importante mencionar que por lo menos la justicia aún no ha dictaminado una resolución que culpe a la mujer, por lo mismo es que en esta oportunidad quisiera referirme a la publicación de la noticia, respecto a la información recabada y su tratamiento. Sé que la misión primordial de los medios es informar, pero discrepo un poco en la forma en cómo dan a conocer los hechos en cuestión. Por lo general, hoy quienes están encargados de comunicar, no cuentan con la información necesaria para hacerlo, basándose en supuestos que no están plenamente comprobados.
Me gustaría plantear una pregunta ¿Qué pasaría si finalmente la mujer que hoy es acusada de realizar un hecho tan aberrante, no es culpable? Es que acusar sin tener las pruebas suficientes es bastante riesgoso, sobretodo cuando esta en juego la dignidad de un ser humano. Quiero que quede claro que no estoy defendiendo a la profesora, pero creo que es necesario cuestionar su culpabilidad, ya que los datos recabados hasta el momento no confirman el hecho.
Me parece que es de suma urgencia, cambiar ciertas palabras utilizadas por los reporteros, cuando no se cuente con la información necesaria, no aseverar, sino más bien dejar la puerta abierta ante posibles cambios, así no se daña tan radicalmente la imagen de las personas involucradas, como en este caso. Sin duda, tenemos la obligación de informar a la gente, pero dejemos de lado nuestra justicia periodística, esa es labor de la justicia, porque nosotros debemos publicar las dos caras de la moneda y no inclinarnos por una.
No hay comentarios:
Publicar un comentario